sábado, 5 de abril de 2014

DOMINGO QUINTO DE CUARESMA
“Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá” (Jn 11,25)

Según el dogma de la Iglesia Católica Jesús es   verdadero Dios y verdadero hombre, Persona Divina y Naturaleza humana. Como hombre, hacía todo lo que puede hacer el hombre, menos el pecado, el error, la mentira y el mal; y, como Dios,  todo lo que Él solo puede hacer: Dios humanizado o encarnado.
El Evangelio de hoy nos cuenta la amistad especial, única, que tenía Jesús con una familia de Betania, compuesta por tres hermanos de condición social alta y judíos, profundamente religiosos: Lázaro, Marta y María.
Sucedió que Lázaro cayó enfermo estando Jesús ausente. Marta y María se vieron obligadas a enviar a unos mensajeros para hacerle llegar la noticia de que su amigo Lázaro estaba enfermo. Cuando Jesús llegó a Betania, Lázaro llevaba ya cuatro días enterrado. Marta salió de casa, y después de muchas búsquedas, azarosa, consiguió  encontrar a Jesús. Y cuando lo vio le dijo en tono apenado: Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no hubiera muerto. Jesús le contestó: Tu hermano resucitará María. Ella  le respondió: Sé que resucitará en la resurrección del último día
Jesús le contestó: “Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá” (Jn 11,25)
El que tiene fe, cree firmemente, y vive en consecuencia, aunque muera, vive siempre de muchas maneras, porque Cristo es Camino, Verdad y  Vida.
 Camino único y exclusivo para llegar al Padre y gozar en plenitud de la eternidad de la Santísima Trinidad. Otros caminos que no sean Cristo son sendas o veredas que desvían  del Camino verdadero.
Cristo es la Verdad eterna. Todo lo que no es Cristo es verdad minúscula, terrena, caduca o mentira. Las verdades de este mundo son participaciones analógicas de la verdad de Cristo.

  Cristo es la Vida en esencia, vivencia, presencia y potencia, verdad eterna, causa de todas las cosas. Es Resurrección, vuelta a la vida para quien muere en el cuerpo con fe en la VIDA ETERNA.