ADMINISTRAD0R INJUSTO
La liturgia de la Palabra de este domingo nos presenta en el evangelio la parábola de un administrador de un hombre rico que administraba sus bienes injustamente a favor propio y no de su señor. Enterado el dueño de los bienes su mala gestión, determinó despedirle. El administrador para granjearse la amistad con los deudores tramó la diabólica idea de hacer rebajas a cada uno de los de los deudores del amo para que encuentre un trabajo porque cavar no podía y pedir le daba vergüenza. El amo cuando se enteró de la pícara gestión, felicitó al administrador injusto por la astucia con que había procedido, estableciendo un principio humanamente bueno: los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz. El que es de fiar en lo menudo, también en lo importante es de fiar; el que no es honrado en lo menudo tampoco en lo importante es honrado. Y concluyó Jesús con una moraleja evangélica: No podéis servir a dos señores a Dios y al dios dinero.
Conclusiones espirituales de la parábola
1ª Dios recrimina y condena la injusticia.
2ª Hay que reprobar la astucia de los hijos del mundo o de las tinieblas para hacer el mal, y copiar la astucia de ellos para hacer el bien, como hijos de Dios o de la luz.
3ª Hay dos dioses: el dios dinero, que causa pecados vicios y desgracias, buscado como fin de la felicidad y el Dios, Creador y Padre, fin supremo de la verdadera felicidad en el la Tierra y en el Cielo que satisface todas las aspiraciones del corazón humano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario