martes, 24 de julio de 2012


SANTIAGO APÓSTOL
25 de Julio de 2012


En la fiesta de Santiago apóstol, Patrono de España, se me ocurre hacer unas breves reflexiones sobre el significado de la palabra apóstol.
En sentido etimológico apóstol proviene del griego con el significado de enviado a predicar el Evangelio. Los primeros apóstoles  fueron doce, elegidos por Jesucristo para predicar el Evangelio a todas las gentes: “Id, pues, y haced discípulos  a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed  que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”. Es evidente que es precepto del Señor. No era sólo para los apóstoles sino también para sus sucesores, porque es hasta el fin del mundo, que son los papas y obispos de la Historia de la Iglesia, sacerdotes y diáconos en sentido jerárquico, y de manera extensiva para todos los bautizados.
En sentido eclesial se pueden distinguir cuatro  clases de apóstoles: apóstol bautismal, apóstol de vocación específica, apóstol de consagración, y apóstol sacramental. 
Apóstol bautismal 
Todos los cristianos por el mero hecho de haber recibido el sacramento del bautismo estamos configurados con Cristo, “cristificados” y confirmados con el sacramento del Espíritu Santo,  somos apóstoles de la Iglesia en medio del mundo, aunque cada uno  según el don o carisma que ha recibido. El apostolado que debe ejercer es el común: la santidad personal, que es el fin primario del apostolado por medio de la oración, que es en sí misma apostolado, vida sacamental  y la acción de la vida ordinaria en gracia de Dios en la familia, en el trabajo, en la amistad, en la convivencia  y en la Sociedad, pues haciendo bien lo que se tiene que hacer y santamente lo que cada uno quiere se santifica y se influye en  todos los demás hijos de Dios, que forman parte del Cuerpo Místico de Cristo y en todos los hombres del mundo, de la manera que solamente Dios sabe. El que cumple los mandamientos, vive en gracia y obra cristianamente es un apóstol, sin hacer otra cosa más que lo que debe y quiere.
Apóstol de vocación específica
Algunos bautizados por vocación específica se sienten llamados por Dios a ejercer distintas acciones eclesiales: la caridad, la catequesis, la enseñanza, la liturgia,  la administración y otras ayudas a la Iglesia.  
Apóstol de consagración
Muchos cristianos con una vocación del Espíritu Santo ejercen  un especial apostolado en el mundo en comunidad fraterna o de otra manera con un carisma aprobado por la Iglesia en favor de los hombres. 
Apóstol sacramental
En virtud del sacramento del Orden algunos bautizados, elegidos por Dios, son consagrados obispos como pastores, instituidos por el Espíritu Santo, y no como delegados del Papa, a modo de ministros, para gobernar la Iglesia, unidos entre sí y bajo la obediencia del Papa; muchos otros son sacerdotes, ordenados por el Obispo, y como delegados suyos desempeñar una misión pastoral en una diócesis, parcela de la Iglesia Universal; y bastantes comos diáconos ayudantes de los obispos y sacerdotes.
 Hay dos clases de diáconos: diácono transitorio y diácono permanente. El diácono transitorio es un seminarista destinado para el sacerdocio,  que necesita un tiempo para terminar sus estudios teológicos y ser ordenado sacerdote célibe; y diácono permanente es un hombre casado o soltero, trabajador, honrado, piadoso, de buena reputación social, y comprometido con la Iglesia. Si el diácono está casado y se muere  la esposa, no puede volver a casarse, pero sí puede optar por ser sacerdote.  



Funciones: 
- Asistir a los obispos y sacerdotes en la celebración de los divinos misterios, sobre todo en la Eucaristía  y en la distribución de la Comunión;
- proclamar el evangelio y predicarlo; 
- administrar el sacramento del bautismo;
- presidir las exequias; 
- ser ministro de la Iglesia en la celebración del matrimonio;
- hacer la exposición y bendición con el Santísimo; 
- ejercer el servicio de la caridad eclesial;
- animar y formar a los fieles que se les encomiende; 
-  dirigir  Comunidades cristianas.
En concreto, puede desempeñar todos los oficios del sacerdote, menos celebrar la santa misa, confesar y administrar la Unción de Enfermos. 


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