DOMINGO
VIGÉSIMO QUINTO
TIEMPO
ORDINARIO, CICLO C
ADMINISTRAD0R INJUSTO
La liturgia de la Palabra de este domingo nos
presenta en el evangelio la parábola de un administrador de un hombre rico que
administraba sus bienes injustamente a favor propio y no de su señor. Enterado
el dueño de los bienes su mala gestión, determinó despedirle. El administrador
para granjearse la amistad con los deudores tramó la diabólica idea de hacer
rebajas a cada uno de los de los deudores del amo para que encuentre un trabajo
porque cavar no podía y pedir le daba vergüenza. El amo cuando se enteró de la
pícara gestión, felicitó al
administrador injusto por la astucia con que había procedido,
estableciendo un principio humanamente bueno: los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de
la luz. El que es de fiar en lo menudo, también en lo importante es de
fiar; el que no es honrado en lo menudo tampoco en lo importante es honrado. Y
concluyó Jesús con una moraleja evangélica: No
podéis servir a dos señores a Dios y al dios dinero.
Conclusiones espirituales de la parábola
1ª Dios
recrimina y condena la injusticia.
2ª
Hay que reprobar la astucia de los hijos del mundo o de las tinieblas para
hacer el mal, y copiar la astucia de ellos para hacer el bien,
como hijos de Dios o de la luz.
3ª Hay dos dioses: el dios dinero, que causa pecados vicios y desgracias, buscado como fin de la
felicidad y el Dios, Creador y Padre, fin supremo de
la verdadera felicidad en el la Tierra y en el Cielo que satisface todas las
aspiraciones del corazón humano.
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