DOMINGO VI DEL TIEMPO ORDINARIO,
CICLO A
16 de Febrero
Dichosos los que caminan en la voluntad de Dios
En el salmo
responsorial de este domingo, el pueblo cristiano responde a la proclamación de
la palabra de Dios con una frase profundamente bíblica y teológica: dichosos
los que caminan en la voluntad de Dios. Ofrezco unas reflexiones espirituales
sobre este tema por si a alguien puede hacerle algún bien.
Seres del Universo
En el
Universo, desde la perspectiva de visión sencilla, no científica, sino popular,
se pueden contemplar cuatro espacios: espacio
sideral, espacio acuático, espacio terrenal y espacio humano.
Espacio sideral
En el espacio
sideral existen millones de seres astronómicos, grandes y pequeños, conocidos y
por conocer, que son una obra fantástica
y artística creada por Dios con su naturaleza propia, leyes cabales que caminan
puntualmente según la voluntad del Señor. Todo lo que sucede es bueno, y si
alguna cosa hay que tiene apariencia mala, su finalidad última es buena, pues
está planificada por la infinita
sabiduría bondadosa de Dios, que es
Amor, y no puede equivocarse.
Espacio acuático
En el espacio
acuático, inmenso de océanos mares y ríos que bañan la tierra, viven peces
innumerables. Las aguas son vivienda de animales acuáticos, objeto de estudio
para los científicos, curiosidad para los observadores y alimento para millones
de hombres. Es un abismo que sobrecoge de admiración, causa miedo por su
bravura, potencia, y deja atónitos a los simples observadores.
Espacio terrenal
La tierra es una misteriosa
perfección en su ser natural, leyes, habitantes en millones incontables,
diversidad en clases en seres, cuyo conocimiento supera todo entendimiento e
imaginación del más sabio de los geólogos y científicos de todos los tiempos.
Es habitáculo de tantas plantas que
pululan con
variedad, diversidad y hermosura, que adornan los campos con su belleza y son
deleite para obsequios y adornos suntuosos; morada de múltiples y variados animales de toda especie, que
pueblan toda la planicie del globo terrestre, y dejan abismados a los expertos
y estudiosos de las ciencias naturales y entusiasmados a los simples observadores.
Todos los
habitantes irracionales cumplen puntualmente la voluntad del Señor, porque
están creados por su sabiduría infinita, que nunca se equivoca y por
consiguiente caminan cumpliendo siempre las leyes santas de Dios, Creador.
Espacio humano
Además de los
entes inanimados que hay en el Universo,
en la tierra existe el hombre, el ser más perfecto de la Creación, microcosmos
o pequeño mundo de todo o creado, porque tiene parte de reino mineral, parte
del reino vegetal, parte del reino angélico
y parte del reino divino porque
está creado por Dios a su imagen y se semejanza. Es, por consiguiente, un
resumen de la Creación, que está gobernado por las leyes físicas del cuerpo
humano, la parte vegetativa de las
plantas, por la ley moral, la parte espiritual del alma, ser inteligente y
libre. El hombre que voluntariamente no cumpla la ley divina no es un ser
perfecto. El santo es la perfección suma en el hombre porque cumple la voluntad
de Dios en todas la leyes.
Los
mandamientos son guías que encauzan necesariamente todos los seres por el sitio
que tienen que ir para que sean lo que tienen que ser en el plan de la
providencia de Dios Creador. Los mandamientos morales hacen que los hombres cumpliendo libremente
la voluntad de Dios sean más perfectos y santos; no son obstáculos que impiden
la libertad del hombre al no hacer lo que quiere o gusta. La santidad
consiste en el cumplimiento de los mandamientos, pues esa es la voluntad de
Dios.
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