sábado, 15 de febrero de 2014

DOMINGO VI DEL TIEMPO ORDINARIO, CICLO A
16 de Febrero

Dichosos los que caminan en la voluntad de Dios
En el salmo responsorial de este domingo, el pueblo cristiano responde a la proclamación de la palabra de Dios con una frase profundamente bíblica y teológica: dichosos los que caminan en la voluntad de Dios. Ofrezco unas reflexiones espirituales sobre este tema por si a alguien puede hacerle algún bien.

Seres del Universo 
En el Universo, desde la perspectiva de visión sencilla, no científica, sino popular, se pueden contemplar cuatro espacios: espacio sideral, espacio acuático, espacio terrenal y espacio humano.

Espacio sideral
En el espacio sideral existen millones de seres astronómicos, grandes y pequeños, conocidos y por conocer, que son  una obra fantástica y artística creada por Dios con su naturaleza propia, leyes cabales que caminan puntualmente según la voluntad del Señor. Todo lo que sucede es bueno, y si alguna cosa hay que tiene apariencia mala, su finalidad última es buena, pues está  planificada por la infinita sabiduría bondadosa de  Dios, que es Amor, y no puede equivocarse.

Espacio acuático
En el espacio acuático, inmenso de océanos mares y ríos que bañan la tierra, viven peces innumerables. Las aguas son vivienda de animales acuáticos, objeto de estudio para los científicos, curiosidad para los observadores y alimento para millones de hombres. Es un abismo que sobrecoge de admiración, causa miedo por su bravura, potencia, y deja atónitos a los simples observadores.
    
Espacio terrenal
La tierra es una misteriosa perfección en su ser natural, leyes, habitantes en millones incontables, diversidad en clases en seres, cuyo conocimiento supera todo entendimiento e imaginación del más sabio de los geólogos y científicos de todos los tiempos. Es habitáculo de tantas plantas que pululan  con variedad, diversidad y hermosura, que adornan los campos con su belleza y son deleite para obsequios y adornos suntuosos; morada de múltiples y variados animales de toda especie, que pueblan toda la planicie del globo terrestre, y dejan abismados a los expertos y estudiosos de las ciencias naturales y entusiasmados a los simples  observadores.
Todos los habitantes irracionales cumplen puntualmente la voluntad del Señor, porque están creados por su sabiduría infinita, que nunca se equivoca y por consiguiente caminan cumpliendo siempre las leyes santas de Dios, Creador.  

Espacio humano 
Además de los entes inanimados que hay en el  Universo, en la tierra existe el hombre, el ser más perfecto de la Creación, microcosmos o pequeño mundo de todo o creado, porque tiene parte de reino mineral, parte del reino vegetal, parte del reino angélico  y parte del reino divino  porque está creado por Dios a su imagen y se semejanza. Es, por consiguiente, un resumen de la Creación, que está gobernado por las leyes físicas del cuerpo humano,  la parte vegetativa de las plantas, por la ley moral, la parte espiritual del alma, ser inteligente y libre. El hombre que voluntariamente no cumpla la ley divina no es un ser perfecto. El santo es la perfección suma en el hombre porque cumple la voluntad de Dios en todas la leyes.
Los mandamientos son guías que encauzan necesariamente todos los seres por el sitio que tienen que ir para que sean lo que tienen que ser en el plan de la providencia de Dios Creador. Los mandamientos morales  hacen que los hombres cumpliendo libremente la voluntad de Dios sean más perfectos y santos; no son obstáculos que impiden la libertad  del hombre al no  hacer lo que quiere o gusta. La santidad consiste en el cumplimiento de los mandamientos, pues esa es la voluntad de Dios.



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