sábado, 25 de junio de 2022
Décimo tercer domingo. Tiempo ordinacio Ciclo C
sábado, 18 de junio de 2022
Corpus Christi. Ciclo C
Hoy celebramos la solemnidad del Santísimo cuerpo y sangre de Jesús,
conocida popularmente con el nombre de Corpus Christi.En la Persona divina de Jesús se pueden concebir siete acepciones del cuerpo de Cristo: cuerpo humano, cuerpo transfigurado, cuerpo muerto, cuerpo resucitado y glorioso, Cuerpo eucarístico y Cuerpo místico.
CUERPO HUMANO
El cuerpo humano de Jesucristo es su naturaleza
humana, unido a la segunda Persona de la Santísima Trinidad: el Hijo, virginalmente
engendrado por obra y gracia del Espíritu Santo: verdadero Dios y
verdadero hombre. Es igual que otro cuerpo humano en todo menos
en el pecado,
CUERPO TRANSFIGURADO
El cuerpo transfigurado es el mismo cuerpo
humano de Jesús que en el monte Tabor, en presencia de Moisés y Elías,
fue visto por San Pedro, San Juan y Santiago con un resplandor
deslumbrador de gloria, que humanamente no se puede conseguir. Fue un
símbolo humano, imperfecto, de la eterna glorificación de Jesús en el Cielo y
de todos los cuerpos glorificados.
CUERPO MUERTO
Es el cuerpo muerto de Jesús, separado del alma, unido y unidos a la divinidad.
CUERPO RESUCITADO Y GLORIOSO
Es el mismo cuerpo de Jesús muerto, que resucitó, y
ahora está glorioso en el Cielo, modelo de los cuerpos gloriosos al fin de los
tiempos.
CUERPO EUCARÍSTICO
Es el mismo Cuerpo de Jesucristo que está en el Cielo
y se hace presente en la Eucaristía, bajo las especies de pan y
vino.
La Eucaristía fue instituida por Jesús el Jueves Santo
en el Cenáculo, estando reunido con los apóstoles con estas palabras: “Tomad
y comed todos de él, porque esto es mi cuerpo que será entregado por vosotros.
Después tomó en sus manos el cáliz de mi Sangre, Sangre de la alianza
nueva y eterna, que será derramada por vosotros y todos los hombres, para el
perdón de los pecados. Haced esto en conmemoración mía”.
“Cristo está en la Eucaristía de modo verdadero, real
y sustancial con su Cuerpo y con su Sangre, con su alma y su Divinidad. Cristo,
todo entero, Dios y hombre, está presente en ella de manera sacramental, es
decir, bajo las especies eucarísticas de pan y de vino por medio de la
transubstanciación que significa la conversión de toda la sustancia del pan en
la sustancia del Cuerpo de Cristo, y de toda la sustancia de vino en la
sustancia de su Sangre” (Catecismo de la Iglesia Católica. Compendio 273.
282.2839).
Corpus Christi
La celebración de la Eucaristía se remonta a los
primeros tiempos del cristianismo, al siglo II con varias reformas importantes
en el decurso de los siglos.
La solemnidad del Corpus Christi se
celebra desde los años 1192-1258. Su principal finalidad es:
- celebrar la Eucaristía y actualizar místicamente el
mismo sacrificio que Jesús ofreció por nosotros en la cruz;
- proclamar y aumentar la fe en
la Eucaristía;
- ser objeto de adoración,
culto y alimento de las almas.
La Eucaristía es fuente y culmen de toda la vida cristiana. En ella alcanzan su cumbre la acción santificante de Dios sobre nosotros y nuestro culto a Él. La Eucaristía contiene todo el bien espiritual de la Iglesia: el mismo Cristo, nuestra Pascua. Expresa y produce la unidad del pueblo de Dios y produce la comunión en la vida divina y la unidad del pueblo de Dios. Mediante la celebración eucarística nos unimos a la liturgia del Cielo y anticipamos la vida eterna (Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, nº 274)
Cuerpo místico
Es la unión de todos los hombres, principalmente los bautizados, con Cristo, su
cabeza, en la Iglesia de muchas maneras, formando un Cuerpo Místico en el que
hay comunicación de vida divina e intercomunicación de bienes.
sábado, 11 de junio de 2022
Santísima Trinidad. Ciclo C
La Santísima Trinidad es un misterio absoluto que
supera la capacidad cognoscitiva del hombre. Su conocimiento es analógico, pues
el hombre utiliza conceptos humanos que no se pueden aplicar a Dios, Ser
eterno, infinitamente perfecto. La esencia de Dios es incomprensible. Para
entenderla utilizamos conceptos humanos que no se corresponden con los divinos.
Sin embargo, aunque el conocimiento de Dios para el hombre es imperfecto, es
verdadero. Solamente en el cielo los bienaventurados ven el misterio de Dios,
tal como es, por medio de una potencia sobrenatural que Dios infunde en el
alma, llamada luz de la gloria. Pero no conocen la naturaleza de Dios
cuantitativamente, tanto cuanto Dios se conoce así mismo en las tres divinas
personas y como conoce las cosas. El conocimiento de Dios solamente se consigue
por la fe con conceptos humanos o atributos que son perfecciones que concebimos
en Dios, sacados de las criaturas, quitando sus imperfecciones y elevando las
perfecciones al infinito con la imaginación. Así, decimos, Dios es
absolutamente simple, infinitamente perfecto, sabio, poderoso, santo,
bondadoso, absolutamente inmutable, eterno, omnipotente. Y después el resultado
es que la realidad de Dios queda desconocida.
Creemos en
un solo Dios, no varios, y en Él tres Personas Divinas, y cada una de ellas
posee la esencia divina que es numéricamente la misma. Las Personas divinas son
el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Las tres son realmente distintas, y no
tres dioses. No se reparten la única divinidad, sino que cada una de ellas es
enteramente Dios: El Padre es lo mismo que es el Hijo, el Hijo lo mismo que es
el Padre, el Padre y el Hijo son lo mismo que el Espíritu Santo, es decir un
solo Dios por naturaleza. Cada una de las tres personas tiene la misma
sustancia o naturaleza divina (Cat
253).
Las personas divinas son realmente distintas entre sí.
Dios es
único pero no solitario. Padre, Hijo, Espíritu Santo no son simplemente nombres
que designan modalidades del ser divino, pues son realmente distintos entre sí.
El que es el Hijo, no es el Padre, y el que es el Padre, no es el Hijo, ni el
Espíritu Santo. Son distintos entre sí por sus relaciones de origen: El Padre
es quien engendra, el Hijo quien es engendrado, y el Espíritu Santo es quien
procede (Cat 254).
Toda
la economía divina es obra común de las tres personas divinas. Porque la
Trinidad, del mismo modo que tiene una sola y misma naturaleza, así también
tiene una sola misma operación. Todas las operaciones divinas ad extra son
comunes a las tres divinas personas, pero al Padre se le atribuye la Creación,
al Hijo la Redención y al Espíritu Santo la santificación, pero las tres
personas son creadores, redentores y santificadores, porque tienen la misma
naturaleza divina.
El concepto que el hombre tiene sobre Dios, naturaleza divina y persona divina
es múltiple, y no se puede comparar con el concepto de persona humana,
naturaleza humana y naturaleza de las cosas.
El misterio de la Santísima Trinidad, que es imposible conocer humanamente, se
sabe, se cree y se vive por la fe o contemplación mística con oración y acción
de obras buenas y santas con la esperanza de que algún día podamos ver y
comprender el misterio, tal como es, en el Cielo.
sábado, 4 de junio de 2022
Pentecostés. Ciclo C
Serenamente y en un análisis teológico, ¿cuándo tuvo lugar el Pentecostés de María Santísima? Sucedió, según una piadosa creencia de la teología de la Iglesia, en el mismo día y en el mismo momento en que lo recibieron los Apóstoles, según nos refiere el libro de los Hechos de los Apóstoles. ¿Estaban reunidos en el Cenáculo? Nadie lo duda, el Espíritu Santo vino espectacularmente sobre los Apóstoles y María Santísima, a modo de lenguas de fuego y en medio de una tempestad majestuosa de carácter misterioso en el Pentecostés histórico.