sábado, 18 de junio de 2022

Corpus Christi. Ciclo C

Hoy celebramos la solemnidad del Santísimo cuerpo y sangre de Jesús,

conocida popularmente con el nombre de Corpus Christi.

En la Persona divina de Jesús se pueden concebir siete  acepciones del cuerpo de Cristo: cuerpo humano, cuerpo transfigurado, cuerpo muerto, cuerpo resucitado y glorioso, Cuerpo eucarístico y Cuerpo místico.

CUERPO HUMANO

El cuerpo humano de Jesucristo es su naturaleza humana, unido  a la segunda Persona de la Santísima Trinidad: el Hijo, virginalmente engendrado por obra y gracia del Espíritu Santo: verdadero Dios y verdadero hombre. Es igual que  otro cuerpo humano en todo menos en el pecado, 

CUERPO TRANSFIGURADO

El cuerpo transfigurado  es el mismo cuerpo humano de Jesús que en el monte Tabor, en presencia de Moisés y Elías,  fue visto por San Pedro, San Juan y Santiago con un resplandor deslumbrador de gloria, que humanamente no se puede conseguir. Fue  un símbolo humano, imperfecto, de la eterna glorificación de Jesús en el Cielo y de todos los cuerpos glorificados.

         CUERPO MUERTO

Es el cuerpo muerto de Jesús, separado del alma, unido y unidos a la divinidad.

CUERPO RESUCITADO Y GLORIOSO

Es el mismo cuerpo de Jesús muerto, que resucitó, y ahora está glorioso en el Cielo, modelo de los cuerpos gloriosos al fin de los tiempos.

CUERPO EUCARÍSTICO  

Es el mismo Cuerpo de Jesucristo que está en el Cielo y  se hace presente en la Eucaristía, bajo las especies  de pan y vino.

La Eucaristía fue instituida por Jesús el Jueves Santo en el Cenáculo, estando reunido con los apóstoles con estas palabras: “Tomad y comed todos de él, porque esto es mi cuerpo que será entregado por vosotros. Después tomó en sus manos el cáliz de mi Sangre, Sangre de la alianza  nueva y eterna, que será derramada por vosotros y todos los hombres, para el perdón de los pecados. Haced esto en conmemoración mía”.

“Cristo está en la Eucaristía de modo verdadero, real y sustancial con su Cuerpo y con su Sangre, con su alma y su Divinidad. Cristo, todo entero, Dios y hombre, está presente en ella de manera sacramental, es decir, bajo las especies eucarísticas de pan y de vino por medio de la transubstanciación que significa la conversión de toda la sustancia del pan en la sustancia del Cuerpo de Cristo, y de toda la sustancia de vino en la sustancia de su Sangre” (Catecismo de la Iglesia Católica. Compendio 273. 282.2839).

 Corpus Christi

La celebración de la Eucaristía se remonta a los primeros tiempos del cristianismo, al siglo II con varias reformas importantes en el decurso de los siglos.

La solemnidad del Corpus Christi se celebra desde los años 1192-1258. Su principal finalidad  es:

- celebrar la Eucaristía y actualizar místicamente el mismo sacrificio que Jesús ofreció por nosotros en la cruz;

 - proclamar y aumentar la fe en la Eucaristía;

ser  objeto de adoración, culto y alimento de las almas.

La Eucaristía es fuente y culmen de toda la vida cristiana. En ella alcanzan su cumbre la acción santificante de Dios sobre nosotros y nuestro culto a Él. La Eucaristía  contiene todo el bien espiritual de la Iglesia: el mismo Cristo, nuestra Pascua. Expresa y produce la unidad del pueblo de Dios y produce la comunión en la vida divina y la unidad del pueblo de Dios. Mediante la celebración eucarística nos unimos a la liturgia del Cielo y anticipamos la vida eterna (Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, nº 274)

Cuerpo místico

        Es la unión de todos los hombres, principalmente los bautizados, con Cristo, su cabeza, en la Iglesia de muchas maneras, formando un Cuerpo Místico en el que hay comunicación de vida divina e intercomunicación de bienes.

 

 

 

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