sábado, 19 de mayo de 2012
ASCENSIÓN DEL SEÑOR
(20 de Mayo de 2012)
El Hijo de Dios descendió del Cielo y encarnó en el seno virginal de Santa María por obra del Espíritu Santo para redimir al hombre del pecado para que se hiciera “dios”, viviera como “dios” y ascendiera a pulso el Cielo.
Para efectuar esta empresa sobrenatural empezó a realizarla en el mismo momento en que fue concebido, pues toda su existencia fue redentora. Nacido en Belén, ocupó treinta años oculto en Nazaret, dedicado a una vida orante y operativa de las cosas sencillas y ordinarias de la vida bajo obediencia. De esta manera estableció la redención santificadora común de la vida cristiana en los diversos estados del mundo y vida consagrada.
Después de la vida oculta empezó la vida pública predicando el Evangelio, la Buena Noticia, y realizó muchos y diversos milagros para demostrar que Él era el Mesías, profetizado en el Antiguo Testamento, Redentor del mundo durante tres años. Eligió doce apóstoles para instituir la Iglesia, Sacramento universal de salvación, como dice el Concilio Vaticano II; y en ella estableció el sacerdocio ministerial y bautismal con el fin de que la redención se realizara en todos los miembros de la Iglesia eclesialmente hasta el fin de los tiempos.
Terminado el período de tres años de vida pública, instituyó la Eucaristía, actuación mística del mismo sacrificio de Jesús en la cruz que, resucitado y glorioso, se perpetúa, hecho sacramento, en el sacrificio de la santa misa hasta el fin de los tiempos.
Después de ser juzgado, flagelado y crucificado, murió en la cruz, como un malhechor, siendo hombre, Dios inocente; y, sepultado, al tercer día resucitó de entre los muertos, como garantía de la resurrección de todos los hombres al fin del mundo. Y luego comunicó a sus apóstoles la misma misión que Él había recibido del Padre; y ascendió a los Cielos para desde allí seguir realizando la Redención por medio de la Iglesia.
Ascensión de los cristianos al Cielo
Para que el cristiano ascienda al Cielo tiene que aplicarse personalmente la Redención objetiva que Jesús realizó en su tiempo histórico, siguiendo sus mismos pasos:
- una vida oculta de oración y trabajo en obediencia en una convivencia fraterna, comprensiva y sacrificada, que también es pública, apostólica, santificadora y redentora. Se es apóstol también haciendo que toda la vida sea un estado de oración escondido en Dios con Cristo a solas con Él, que luego se prolongue con el trabajo orante;
- vida pública oculta en la oración y acción: un apostolado comprensivo, sacrificado, evangélico en acciones sobrenaturales, espirituales y humanas divinizadas por amor a Dios y servicio de los hombres.
- vida de pasión porque el dolor aceptado, sufrido y ofrecido en ocultamiento redime y apostoliza, aunque se esté preocupado por el dolor, pensando en la salud.
De esta manera el cristiano celebra la Ascensión de Jesús a los Cielos cristificándose, imitando la vida oculta, pública, pasión y muerte de Jesús que cada una de ellas santifica y realiza la Redención personal y de todos los hombres.
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