sábado, 15 de junio de 2024

Décimo primer domingo. Tiempo ordinario. ciclo B

 


"Caminamos sin verlo, guiados por la fe" (2 Co 5,6)

“El que crea y sea bautizado se salvará; el que no crea será condenado” (Mc 16,16) 

La liturgia de la Palabra en la segunda lectura de este domingo me ofrece una oportunidad para exponer esquemáticamente unas breves reflexiones sobre la fe, recordarla,  vivirla consecuentemente y pedir por los que  la tienen  prendida con alfileres, equivocada o no la tienen. Los cristianos somos peregrinos en la tierra que caminamos con los ojos vendados, sin ver a Dios,  guiados por la fe, siguiendo el Magisterio de la Iglesia.

Enumero los títulos principales de la fe que voy a explicar doctrinalmente con comentarios espirituales: Naturaleza de la fe, la fe es misterio, la fe es gracia, la fe es vida, la fe es obediencia, la fe es compromiso, la fe es necesaria para la vida eterna, la fe divina se vive humanamente.

 Naturaleza de la fe

La fe no es esencialmente:

- un gusto humano que se practica y se vive, si gusta; y si no gusta, como es opción libre, se deja, y no pasa nada;

un sentimiento religioso que se fomenta, si se siente o se abandona, si no se siente, aburre, cansa, y, si no dice nada, se deja;

- ni una costumbre de rezar oraciones, practicar devociones o asistir a actos religiosos, procesiones por devoción, obligación o compromiso. Porque la fe y el bautismo son necesarios para salvarse  (Mc 16,16) de hecho o en el deseo.

La fe es un don divino con cierta inclinación, distinta en cada persona, a las cosas de Dios. Puede ser verdadera, como la fe católica, vivida por los  cristianos de muchas maneras,  o equivocada o falsa, vivida por muchos hombres religiosos por distintas razones sociales o históricas. En sentido católico no tiene más fe el que más le gusta, practica y  siente las cosas de Dios, sino el que cumple con gusto, sin él o sacrificio los mandamientos de Dios, pues la fe  no es un gusto, sino una obligación; ni tampoco un sentimiento religioso, porque en bastantes personas es un  desequilibrio psíquico. "La fe es ante todo una adhesión personal del hombre a Dios; es al mismo tiempo e inseparablemente el asentimiento libre a toda la verdad que Dios ha revelado" (Cat 151).    

La fe es misterio

Si  Dios es misterio en el ser y en el obrar, las verdades sobre Él tienen que  ser forzosamente misteriosas, pues no caben las realidades de Dios en el entendimiento humano, como no caben las aguas del mar en un dedal. Los misterios de fe superan la capacidad de los sentidos y la potencia del entendimiento, pero no se oponen a la razón, sino que están sobre la razón, porque son sobrenaturales y se viven sin entenderlos. "La fe es la garantía de las cosas que se esperan, la prueba de aquellas que no se ven" (Heb 11,1) 

La fe es gracia

La fe no  se puede conseguir con las fuerzas naturales porque es gracia que se recibe de Dios en el bautismo o en sus suplencias, como veremos después. Sólo el Espíritu Santo causa la fe, y  los medios naturales  la  ocasionan, como los padres transmiten la vida que Dios causa. "Por gracia estáis salvados, mediante la fe. Y esto no viene de vosotros: es don de Dios. Tampoco viene de las obras, para que nadie pueda presumir" (Ef 2,8-9).   

La fe es vida

La fe no consiste en creer simplemente un conjunto de verdades reveladas, porque se cree para vivirla. Los cristianos que  viven en gracia  rezan el credo, y los que están en pecado mortal o no creen lo recitan. "El que cree tiene vida eterna" (Jn 6, 47)

Sólo el Papa es el Maestro Supremo de la fe en toda la Iglesia; los Obispos son también Maestros auténticos de la fe en su propia Diócesis, si están concordes entre sí y bajo la autoridad del Papa; los teólogos son estudiosos de la fe, y los sacerdotes, catequistas y cristianos son propagadores o evangelizadores de la fe que enseña y vive la Iglesia.

Se  avanza en la fe con la gracia de la persecución  y la providencia del tropezón. Por el camino de la fe se anda con los pies haciendo juego con las rodillas en la oración, vida sacramental y operatividad de buenas obras.   

La fe es obediencia

El que tiene fe obedece  siempre y todo lo que la Iglesia manda.

"Cuando Dios revela, hay que prestarle la obediencia de la fe, por la que el hombre se confía libre y totalmente a Dios, prestando a Dios revelador el homenaje del entendimiento y de la voluntad. Para profesar la fe es necesaria la gracia de Dios que previene y ayuda, y los auxilios internos del Espíritu Santo, el cual mueve el corazón y lo convierte a Dios, abre los ojos de la mente y da a todos la suavidad en el aceptar y creer la verdad" (DV 5). Sin la gracia de Dios no se llega a la fe por la lógica de ciencia natural, ni se vive sin los auxilios del Espíritu Santo que ilumina la mente y mueve el corazón para aceptar y creer la  Verdad de Dios.

 La fe es compromiso

La fe es una exigencia bautismal que compromete a todos los cristianos, y no una opción libre que se elige.  Los mandamientos de la Ley de Dios son obligatorios pero libres, ateniéndose al examen final  del juicio de Dios, justo y misericordioso después de la muerte. Algo así como al estudiante es libre estudiar la carrera, pero es obligatorio aprobar el examen para obtener el título académico. 

La fe es necesaria

"El que crea y sea bautizado se salvará, pero el que no crea se condenará" (Mc 16,16), dice el Evangelio.

 Sin fe nadie puede salvarse. El Bautismo de agua es necesario para la salvación, pero tiene sus suplencias: la buena fe de los  que viven la religión que conocen y  la profesan con sincero corazón, la rectitud de conciencia en el  bien obrar y la misericordia infinita, pues Dios es tan infinitamente sabio, poderoso y misericordioso que no se somete a un solo medio para la salvación de todos los hombres, pues son infinitos los caminos,  no catalogados en la teología de la fe católica, por los que Dios salva. "El Bautismo de sangre, como el deseo del Bautismo, produce los frutos del Bautismo sin ser sacramento" (Cat  nº 1258). 

La fe divina se vive humanamente

La fe, que es divina, se vive de manera humana con virtudes, defectos, pecados, miserias, debilidades, condicionamientos, rarezas, manías, complejos, fanatismos,  evaluados por la misericordia infinita de Dios, Padre.  La fe coexiste con la ignorancia religiosa, y la ciencia teológica que puede existir sin  fe.

Dialoga sobre la fe con quienes quieren conocerla; compártela  con quienes quieren vivirla contigo; enséñala a quienes quieren aprenderla; y predícala a quienes quieren escucharla, pero no la impongas a nadie.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario