- Mira, yo estoy
viviendo en casa de cedro, mientras que el arca del Señor vive en una tienda.
Natán respondió al
rey:
- Ve y haz cuanto
piensas, pues el Señor está contigo.
Por la noche
recibió Natán la palabra de Dios y le dijo:
- Ve y dile a mis
siervo:
- Yo estaré contigo en todas tus empresas. Te haré grande y te daré una dinastía. Tu casa y tu reino durarán siempre en mi presencia.
En estas palabras ven los interpretes de la Biblia una profecía sobre la Iglesia, que durará hasta el fin de los siglos.
Esta misma frase “El Señor está contigo” aparece en el evangelio de hoy, en el que se relata la anunciación a Santa María del misterio de la encarnación del Hijo de Dios en su seno virginal por obra del Espíritu Santo. El ángel entrando en su presencia dijo:
-Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.
¿Qué significa la frase “El Señor está contigo”?
Bíblicamente tiene un sentido de una
protección especial de Dios, de fortaleza que concede al hombre que tiene que
realizar grandes empresas o cumplir una misión difícil. Es como decir al hombre
débil, asustado ante las dificultades que se le presentan en el cumplimiento de
la voluntad de Dios, teniendo en cuenta su debilidad y sus pocas cualidades:
No tengas miedo, yo estaré siempre contigo,
aunque en ocasiones te puedas sentir abandonado o desamparado.
Esta expresión tiene también en sentido
popular una protección humana con quien amamos o queremos proteger para darle
seguridad y confianza en la misión que se le ha encomendado, como diciendo:
- ¡No tengas miedo! Porque yo estoy contigo,
no estás solo, cuenta con mi ayuda, empuje, amparo, apoyo, fortaleza para que
puedas hacer lo que debes, superar las pruebas o dificultades que se te
presenten...
Es posible, probable y casi seguro que
algunos de los oyentes se preguntarán: ¿Cómo va a estar Dios conmigo si tengo
muchas desgracias personales en mi familia, en el trabajo, en la amistad? ¿Cómo
va a estar Dios con los hombres, con el mundo, si existen tantas injusticias y
el que es bueno siempre es aplastado, mientras que el malo triunfa, vive bien?
¿Dónde está la presencia y fortaleza de Dios con el pobre, con el débil? ¿No
parece que se vuelca con el rico, el poderoso, el malvado?
Hermanos, el significado pleno de “el Señor
está contigo” tiene una referencia transcendente en orden a la vida eterna del
hombre.
Expliquemos a grandes rasgos esta verdad
teológica. Todas las cosas, tanto buenas como malas, son medios para conseguir
un fin supremo: la gloria de Dios y la salvación de los hombres. En el uso
recto y bueno de las criaturas, el hombre cuenta con una asistencia especial de
Dios. Pero sucede, porque somos humanos, que apreciamos las cosas buenas y
despreciamos las malas, como es natural, haciendo de ellas una evaluación
equivocada en sentido cristiano, porque bueno es lo que a Dios me lleva, aunque
sea malo humanamente hablando, y malo lo que me separa de Él, aunque sea bueno
y me guste.
Pero no es justo que nos hagamos solamente
interrogantes ante la presencia del mal, pues si somos consecuentes y hacemos
memoria, tenemos que ver la protección de Dios y su presencia en las muchas
cosas buenas que nos proporciona. ¡Cuántas veces hemos dado gracias a Dios por
los beneficios que hemos recibido, sin pedirlos, y cuántas porque nos ha
concedido lo que hemos pedido y deseado! Seamos justos y sepamos siempre que
Dios, como buen Padre, nos regala bienes o nos castiga, prueba o premia con
males, que en su último fin son bienes.
El Señor está contigo, aunque tú no estés con
Él, incluso aunque tú estés contra Él. Está contigo con su presencia de
inmensidad dentro de ti, para que seas tú y Él sea en ti. Está en cada cosa que
existe por su presencia conservadora, que equivale a una presencia creadora
permanente. Está contigo, si tú quieres, por una presencia sobrenatural de
gracia santificante, presencia trinitaria del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo, siendo Él mismo, dando el ser permanente a todas las cosas y siendo
objeto de adoración y culto en tu corazón con experiencias místicas con
vivencia de la fe.
Por consiguiente, revive tu fe en Dios Padre, cuando las cosas te vayan
viento en popa, y también cuando te salgan torcidas o al revés, sufras un
contratiempo, te ocurran desgracias, enfermedades, sientas el desprecio de los
familiares o amigos, o las circunstancias te azoten con el látigo del dolor.
Dios está contigo llevándote de la mano, en brazos, tirando de ti o empujándote
por detrás para que tengas fuerza para la lucha.
Qué el Señor que va a nacer esté siempre con nosotros, especialmente con las personas que hacen estas publicaciones. Feliz Navidad
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